Muchos dicen que todo llega. Quizás sea cierto, no importa. Lo que importa es el cuando, porque si llega en un momento inoportuno, ya de nada vale. Hay un desencuentro, una mala sincronía, uno llega tarde cuando el otro ya se fue. Ya no hay sendero por recorrer, porque es invierno y la nieve lo tapó. Ya no hay río por navegar, porque es verano y se secó. Y cuando te arrepentís, cuando te percatás de todo lo que ocurría sin que te dieras cuenta y querés volver marcha atrás y ya no podés... se produce el destiempo.