Por culpa del cumpleaños de Midorima, Kagami es obligado a asistir a una feria tan supersticiosa e extravagante como lo es el propio cumpleañero. Sin embargo, lo que parecía ser una tarde relativamente tranquila, se convierte en la peor pesadilla cuándo Kagami (junto con Madame Dika, una famosa adivina) son arrastrados hacia el pasado de su novio en Teiko.
Lo único que Kagami quiere hacer es volver a su tiempo feliz.
Lo único que Madame Dika quiere hacer es ahogar al pobre pelirrojo por hacerla pasar por todo esto.
Lamentablemente, ambos deben soportarse si quieren volver a donde pertenecen, y la única forma de hacerlo es consiguiendo que Kuroko se enamore de él y que logre juntar a toda la Generación Milagrosa con sus verdaderos amores. ¿Qué tan difícil puede ser?
Claro que el pelirrojo no conto con qué Kuroko estuviera completamente enamorado de Aomine Daiki. Que Kise se enamorara accidentalmente de él. Que Takao odiara a Midorima. Que Kouki estuviera saliendo con alguien que no es Akashi, y que, para colmo, al emperador eso no le importe en absoluto. Y el tener que ayudar a su hermano a estar con Murasakibara fuera algo que estuviera fuera de los límites de su comprensión....