Soy el típico chico adolescente de 15 años que vive el tercer grado de secundaria, sin ganas de ir a las escuela. Con un grupo de amigos peculiares pero con la vida llevándome entre las patas. Mi familia y yo tuvimos un accidente y mi madre quedo paralitica, sin ninguna esperanza de volver a sentir el frió del suelo en época de invierno al hacer contacto con el suelo, con una extraña enfermedad llamada epilepsia. Mi padre murió a pocas horas después del accidente sin oportunidad de remedir sus errores. Y esto fue el inicio de la vida que se me veía venir con un futuro lleno de amor y sorpresas.