Veinticuatro de diciembre. Seis de la tarde. Se ha descubierto el cadáver de un reno en el garaje de Santa y el Polo Norte está conmocionado por esta terrible tragedia. No es cualquier reno, además. Rodolfo, el narizón de los villancicos, ha sido la víctima de este cruento... ¿asesinato? Sí, no cabe duda. Todos saben la gran responsabilidad que tenía el susodicho guiando el trineo del gordo barbudo el día de navidad, ¿por qué otra razón habría de amanecer muerto? Vale, el animal en cuestión era un dolor de culo. Desde que se volvió famoso lo único que hacía era pasársela de fiesta en fiesta y esnifar coca con el Conejo de Pascuas. Ese maldito pedante, se daba la gran vida gracias al contrato de exclusividad que había firmado con la Coca-Cola, mientras los demás nos rompíamos la espalda trabajando doce horas en un taller de manufactura de juguetes para recibir un sueldo de mierda. Uf... Tienen razón, más allá del tema de la navidad, todos en esta sala teníamos motivos para odiarlo. Sin embargo, comprenderán mi urgencia por resolver el misterio. Puede que el gordo capitalista me tenga subpagado, pero no quiero perder el trabajo. Pongamos seriedad en el asunto. Cuéntenme, ¿quién fue el que mató a Rodolfo? Esta historia ganó el primer lugar en el concurso "Oscuras Festividades" organizado por @ColectivoCB