De un tiempo para acá, Sara actúa de manera extraña: llega tarde a clases, se cortó el cabello, como si quisiera disfrazarse, y su expresión se ha tornado triste. Su maestra lo ha notado, pero no sabe qué le está sucediendo. Quiere preguntarle, pero cree que no debe hacerlo. Sin embargo, cada vez es más claro que Sara es víctima de un episodio muy doloroso del que no puede hablar.