Zafiro, mis padres me han llamado así por el profundo color azul de mis ojos, ellos decían que tenían un brillo especial diferente a los demás, como los de mi abuela, ellos decían que era idéntica a ella, fuerte, independiente, y necia como el demonio. Pensar en ellos me hace daño, pero recordarlos es lo único que me mantiene viva, los extrañaba tanto. Esto había ocurrido apenas hace un año, ellos iban a Grecia para visitar a mis abuelos, yo no los acompañé porque debía entregar mis trabajos finales e iría una semana después, cuando todo estuviera terminado, su avión cayó debido a una tormenta, algunas turbinas se dañaron en el aire y simplemente se los tragó el mar. El avión fue encontrado un mes después y mis padres seguían ahí. Nadie nos mostró sus cuerpos, al menos no a mí y lo agradezco porque jamás hubiera superado semejante imagen de mi mente. Ahora iba directo hacia Grecia, estaba dispuesta a superar esto con mis abuelos e intentar realizar mi vida para que mis padres estén orgullosos de mí desde donde estén.
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