Delirio Irregular

-¿Quién eres?- consultó el joven aún con el corazón exaltado debido al reciente susto. Además alzó una peluda e interrogativa ceja para que notara su desorientación.

-Soy "tú", Ethan.- dijo mientras una sonrisa decoraba su rostro y sus brazos se unían por detrás de la espalda.

Ésto dejó frustrado al joven. ¿Cómo podía saber su nombre? Aunque eso explicaría un poco el "soy tú".

-¿Por qué llueve?- el pequeño se quedó mudo unos instantes.

-¿Te molesta?

-No exactamente, pero tampoco es que me agrade sentirme todo mojado y pegado a la ropa.

El niño otra vez se quedó callado, sin embargo seguía con la misma postura y sonrisa ilustrada en su cara.

-Es el estado en que se encuentra tu consciencia y corazón... O mejor dicho tu cerebro. Ya sabes, como éste es el que controla todo tu cuerpo, sentimientos.... Mejor olvídalo; con corazón queda más bonito- dijo moviendo innecesariamente las manos.

Ethan quería seguir conversando con el de cabellera plateada; preguntarle qué hacía allí. Pero se le acabó el tiempo. Todo a su alrededor comenzaba a deformarse, como si se estuviera derritiendo. El infante no era una excepción. También adornaba la tétrica escena sin abandonar su fiel sonrisa.