Kakeru tenía cierta nostalgia. Claro, recordar que su amor será platónico, y seguiría así, no es algo que lo alegre mucho, y no obstante, tratar de superar aquello lo llenaba de melancolía, pues más que rendirse, él seguía siendo un niño en el fondo, y junto a Koi comprendería que en el fondo, él seguía creyendo en el polvo de las mariposas. /¡Feliz HajiKeru day! (01/12(?) ¡yo no podía dejar atrás a mi otp, así que, aunque sea mi trabajo más amplio, espero les guste!/All Rights Reserved