La vida para Leonardo Scott no es fácil, problemas y más problemas, todo se le viene encima. Su padre mal tratador, su madre muerta, su hermana siendo su "Ejemplo a seguir". Su vida, ajena. La vida no es fácil, no es malditamente fácil como dicen. Leonardo, no está deprimido, no llora, no grita, no habla con nadie. Se guarda las cosas para sí mismo. Son sus problemas, de nadie más. No de Su padre, no de sus consejero, no de sus amigos, no de su madre, son suyos y de nadie más. Es su Maldita vida. Con solo 18 años de edad, vive cosas que nadie debería haber vivido. Está solo. O Al menos es como él se siente. Nadie lo hará cambiar. O Al menos eso Cree. Su vida no vale. Hasta que llega... Marina Peyton. La vida para Marina no es nada fácil, de hecho esta tan malditamente difícil, como mirar un planeta desde la Tierra sin telescopio. Es callada, reservada, triste depresiva como el infierno. Con una vida robada... Sin padres biológicos, solo padres falsos. Solo con dolor y nadie más. Esta Sola.... Y sin embargo... Se Enamoran... "Dos palabras: Se Feliz.-Susurre Leyendo la frase escrita en mi puerta. Cinco palabras: Ni que fuera tan fácil-Pensé apartando la vista" -Marina Peyton.