Lo que no sabía aquella mujer tan desbordante es que su felicidad tan buscada estaba al lado de aquel insistente y extraño hombre que conoció algunos días atrás. Él es todo lo que ella no sabía necesitar y viceversa. Son como dos piezas que se complementan a la perfección, almas completamente destinadas a pertenecerse; pero antes de descubrirlo tendrán que atravesar situaciones que pondran a prueba el valor de su amor. El camino no será fácil, también sufrirán, llorarán y sentirán dolor. Pero recuerden. Hay muchos corazones rotos en el camino hacía el amor verdadero.
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