Dicen por ahí que todos tenemos un alma gemela, algunos tienen la dicha de encontrarla, otros solo encuentran a un alma parecida y pues otros nunca las encuentran.
Qué pasaría si dos almas estuvieran atadas desde antes de nacer, dos almas que se encuentran en diferentes situaciones y tiempos en la vida, dos almas que al crecer una está más dañada que la otra, pero que si llegasen estar juntas toda herida, todo dolor desaparecería.
Y qué pasaría si el destino se encapricha y decidiera que estas almas gemelas nunca estarán juntas.
Esta es la historia de Ziel y Ruh, nombre que curiosamente se relacionan al destino a las almas gemelas, ¿coincidencia?, tal vez.
Dos almas que han recorrido diferentes caminos pero que al final por cuestiones del destino terminaran entrelazándose.
¿Podría un accidente transformar no solo la vida, sino también la identidad de una persona? Samanta Collins, una joven trabajadora, y Ann Taylor, una empresaria en ascenso, llevan vidas completamente opuestas pero sorprendentemente similares.
Dos realidades que finalmente terminan fundidas en una sola verdad: Yo soy Sam.