Y sé que va sonar estúpido e inexplicable, que haya comenzado a sentir algo por una persona que ni siquiera conocía del todo, que lo único que conocía de él eran sus ojos avellana, su hermosa sonrisa y su tostada y cálida piel. Pero simplemente paso, dicen que los ojos son la ventana del alma y déjenme decirles, que lo que ellos me permitieron ver de la suya me cautivó, me cautivó de una manera mucho más rápida y espontánea de lo que yo misma pudiera llegar a imaginar siquiera alguna vez.
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Historia cortísima, la escribí para un concurso, luego de pasar una vergüenza y un "flechazo" con un chico de un bus.
-Rain