Desepción, desesperación, cansancio, agonía, tristeza, sufrimiento, confusión, eran algunas de las pocas emociones que Jae sentía a diario,a ella no le gustaba llamar la atención de personas ya que siempre le pareció algo inútil, más cuando ni tú misma sabes como poder desahogarte, no por miedo si no por algo más, una sensación que no te permite hablar. Una chica que aprenderá como sobrevivir en su triste realidad, teniendo que enfrentar varias situaciones que parece que le atormentaran el riesto de su vida, descubriendo secretos, verdades y miedos que ni ella misma entiende, pero algo es seguro, será un camino difícil.