(DEL MUNDO DE HARRY POTTER) Janet Rowden siempre había soñado con ir a Hogwarts, pues ella aseguraba ser una bruja, pero como respuesta de sus padres había recibido terapias y más terapias con psicólogos. Nunca nadie le creyó, pero porque las personas que no sienten la magia no pueden creer en ella. Para el asombro de Janet y sus padres, en el onceavo cumpleaños de la pequeña, un pequeño duende peludo con dedos y orejas largas se presenta en su casa para entregar una carta escrita en letras azules y violetas destinada a Janet Rowden, pero esta no era una carta de aceptación a Hogwarts.... Era una carta de aceptación al colegio de magia y hechicería Ilvermorny.
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