Un maldito experimento.

Max cortó su antebrazo izquierdo dejando que la sangre se deslice hasta su mano, una vez que se cubrió la palma de sangre esta comenzó a brillar y tomó la forma de una cuchilla cristalizando y solidificandose, también el corte se curó.

-Sam, Sam, Sam... no entiendes lo maravilloso que es tener este poder, nunca nadie me volverá a hacer daño, no tendré miedo de morir nunca más, no seguiré órdenes y ya nunca más voy a fracasar.

-Callate! Tarde o temprano te vas a desangrar por cada ataque o defensa.

Observa a los ojos fijamente con una sonrisa de "Lo sé todo!"

-Te equivocas como siempre Sam... En serio pretendes explicarme como funcionan los nanobots? -Comienza a caminar alrededor mío -Con mi colega hemos investigado a fondo los nanobots, estos además de cristalizar la sangre y formar geniales armas y escudos también acelera la producción de glóbulos rojos y células, por lo que puedo cortarme todo lo que quiera y aún así no morir desangrado, esto de explicar se torna aburrido, ya es tiempo de que lo pruebes por ti mismo -Una sonrisa de confianza se dibujo en su rostro -Que me dices bro? Te unes a mi y así llevar a cabo mi plan de...

Una carcajada casi inesperada para ambos salió de mi boca.

-Ahora soy tu bro?.. En serio estas mal, primero matas a nuestro escuadrón y ahora me pides que me una a ti? Al menos piensas lo que dices?!

-Para ser sincero no te queda otra opción, vamos Sam, no seas necio!

-Ya! No me vuelvas a llamar Sam... Lo vuelves a hacer y te juro que...

-Que... Qué? Me estas desafiando? -Me observó a los ojos.

Todo quedó en silencio por un momento, la tensión sólo crecía.

-Sa... -Comenzó a pronunciar y disparé.

No una, ni dos, vacíe el cartucho en él.

El humo cubrió mis ojos y unas carcajadas me hicieron entrar en pánico, vi esa maldita cuchilla acercarse a gran velocidad hasta sentirla en el lado izquierdo de mi pecho lanzando mi cuerpo hacia atrás haciendo que me desplome en el suelo

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