Han pasado ya diez largos años desde que el equipo japones gano el FFI. Alexadra, ahora con veintidós años decide ir a Japón a visitar la tumba de su ex-entrenador, para honrar su memoria, lo que esta señorita no sabia era que alguien más tuvo la misma idea. - El destino juega sucio - susurro Alexandra, mirando a la persona al otro lado de la sala. •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• Queda prohibido adaptar o copiar este fanfic. ♠♣♠♣♠♣♠♣ ⓟⓞⓡⓣⓐⓓⓐ ⓗⓔⓒⓗⓐ ⓟⓞⓡ ⓜⓘ