Tenía ansías de ser amada, de amar, leía historias de amor a pesar de que nunca vivió una. No importaba qué tanto se esforzara, nada valía si era Kikyo quien aparecía... O desaparecía. ¿Qué importaba si ella era del presente o del futuro? Si no era del pasado, si no era aquella sacerdotisa hermosa, valiente, guerrera, si no lo era entonces no importaba. Nada.