El castigo que se le fue impuesto fue la inmortalidad, la vida y la muerte querían tener bajo su control a aquel demonio de mirada escarlata, día tras día observando como todo desaparece lentamente. La luna es un ser benevolente que se ha revelado a las decisiones de sus hermanos y por eso fue desterrada, cansada del sufrimiento y en vista de que su ciclo llegaba al fin decidió mandar a la tierra a un hombre de ojos color plata como si misma, capaz de hacer frente a los caprichos de la humanidad. Un demonio corrompido, el reflejo del lado obscuro de la luna. Xanxus x Squalo