-Nick, ¿Quieres ayudarme por aquí? No lo sé, sólo digo.. eres el padrino..- Elevé mi dedo índice y me lo llevé a los labios, su ceño se frunció.
Sonreí en mis adentros por la escena que estaba por montar en este preciso momento. Despegué el dedo de mis labios y relamí estos últimos.- Las mujeres cuidan a los bebés.
El pequeño mounstrito que se pegaba en su cadera derecha con sus diminutas piernas, llora aún más alto. Eso la hace explotar.
-Eres un machista, idiota y repugnante. Eres un inservible, te la pasas en tu estúpida consola, la palabra cooperación no entra en tu puto cerebro, si es que tienes, y ni siquiera le das de comer a Max.- Cada vez se acercaba más, hasta quedar a un metro de distancia, lo suficientemente cerca como para apreciar sus ardientes ojos color miel.
-Suerte con Mounstrito.- Le guiñé un ojo, volví la vista a Call Of Duty, tomé el mando que estaba en la mesa ratona y subí mis piernas al sillón.
Luego de eso, recuerdo solo pelear más y más, lo que llevó a hacerla mi vicio, ella, se había convertido en mi video juego favorito.
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*Esta historia es completamente mía.
*No se aceptan copias, ni adaptaciones.
Ella, es dulce, agradable y gentil.
El, el grosero, mal hablado y serio.
Ella, es luz.
El, es oscuridad.
Ella, ama la pastelería, libros y animales.
El, odia la cocina, le aburren los libros y no le agradan los animales.
Ella, va con una sonrisa a todos lados.
El, va con cara seria a todos lados.
Ella, es la única que logra sacarle una sonrisa.
El, solo le sonríe a ella.
Ella, es la nerd del instituto.
El, es el popular y bullying del instituto.
Quien diría que dos personas todo lo contraria llegaría a enamorarse.
Es verdad cuando dicen "te enamoras de la persona que no esperabas" y Liam y Natalie son el clave ejemplo de eso.