Una adolescente irlandesa que dibuja cosas sin sentido, un niño Colombiano que ya no sabe como lidiar con los sueños que llevan atormentándolo meses enteros todas las noches. Un hombre hindú que grita por las calles de Nueva Delhi advirtiendo que el Mundo se acabará pronto. Una mujer sudafricana que ve a su esposo e hija muertos hablarle incomprensiblemente cuando está sola. Por último, un Chico australiano de diecisiete que no para de pensar como escaparse de su casa para llegar a una puerta que ve reflejada en todos lados, que no sabe a donde conduce Pero por la cual siente una atracción imposible de ignorar. No tienen nada que los una. Supuestamente. Y a pesar de eso, cuando el reloj se detiene, sólo ellos no Caen dormidos en un sueño profundo e impenetrable, sino que aparecen en una sala blanca, en un lugar del mundo desconocido, donde tendrán que averiguar qué hacen ahí, qué ha pasado al resto del mundo, y como reversarlo. Claro, si es que hay Marcha atrás.