"Él odiaba a todos, odiaba a los chinos del supermercado de la esquina, odiaba a la pareja interracial del piso de arriba, odiaba a los malditos "maricas" que estaban en su clase de Alemán en la universidad. La lista podría continuar porque simplemente odiaba casi todo y su ceño fruncido hacía todo aquello mas evidente. "