Nunca pensé que terminariamos aquí, debería haberlo sabido desde el comienzo. Solía pensar que estariamos para siempre ¿Cómo pude estar tán equivocada? Lo intentamos pero no. Es hora de dejarme, tengo que irme. Adiós. Agarro mis maletas y me voy, no mires atrás -me digo con una lágrima saliendo-, no mires atrás, tu puedes, solo no lo mires. -Esta bien te diré la verdad. -Me toma del brazo y decido escucharlo. -Bueno todo comenzó...