Jason es un chico de ciudad, acostumbrado a la vida moderna. Es el típico chico pijo, niño de mamá, popular, adinerado y acostumbrado a ser el centro de atención de todos.
Definición más concreta: GILIPOLLAS.
Normalmente se mete en líos y problemas con los que te acabas preguntando ¡¿Cómo diablos acabó metido en semejante pollo?!
Un día, se pasó de la raya y su padre, dueño de una importante empresa de gran prestigio, quien estaba harto de que su hijo le diese mala fama y le causase problemas y molestias, lo mandó con sus tíos y su abuela a la casa en la que vivían, un poco alejada del pueblo para, a parte de alejarlo un tiempo, también ver si lograban reeducarlo.
Definitivamente, el campo no es lo suyo. Esa vida no estaba hecha para él o eso creía.
Su rutina se basaba en ir 5 horas al instituto que estaba en el pueblo y luego tenía que pasarse la tarde ayudando de forma obligatoria en la granja y con las tareas de la casa.
Durante la tercera semana de su estancia, conocerá a una de sus vecinas con la que se llevará mal ya que ésta se burlará de él, pero eso puede cambiar y forjar una nueva amistad.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.