En las ciudades pequeñas o en los pueblos, los adolescentes que finalizan el período del colegio secundario que desean continuar con una carrera universitaria tienen pocas alternativas, y la más fuerte de ellas suele ser mudarse a otra ciudad.
Este cambio tiene consecuencias para el adolescente, su familia y su grupo de amigos, así como para las relaciones de pareja que haya establecido o que establezca de ahora en más.
Para Tania, Celina, Pilar y Ámbar el cambio estaba siendo, simplemente, devastador.
Tania deberá darle batalla a la imposibilidad de resolver el factor vocacional de su personalidad mientras atiende el negocio familiar.
Celina se enfrentará sufrir las consecuencias de sus actos, que la llevarán a una situación inesperada, que la dejará entre la espada y la pared.
Pilar va a tener que darse por enterada de que la convivencia en pareja no es tan linda como se ve en las novelas, y su vida puede dar un giro radical de acuerdo a su decisión.
Ámbar va a darse cuenta de que su tiempo es poco. Y no alcanza. Y aunque esto antes le haya parecido algo demasiado superficial, Ámbar va a notar que no lo es.
En Enamoradictas acompañaste a este grupo de jóvenes a vivir el punto cúspide de su juventud. Ahora, en esta segunda entrega, las responsabilidades son otras. Las chicas son otras. Seguramente vos, lector/a, también sos otro/a. Acompañalas una vez más.
No crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17.
¿Problemas?
Uno: es menor.
Dos: es hija del pastor.
Tres: a mi hermano le gusta.
Cuatro: ¡es mi alumna!
Y cinco: es una chica...
Aunque lo último a mi no me importaba.
___________________
En edición.
Finalizada.
Mi gato es el autor 🐱