¿Y si Hermione tuviera una prima Sangre Pura? ¿Y si fueran dos polos opuestos? ¿Y si le fuera una mala influencia? O... ¿Y si no fueran tan diferentes? Las guerras traen consigo muchas decepciones e infinitos corazones rotos. La Mágica no fue una excepción. Se llevó cientos de familias felices, entre las cuales se encuentran los Señores Scamander. El ministerio se pone rápidamente en contacto con Albus Dumbledore, amigo de la familia, para saber qué hacer con las dos pequeñas, Alexys (de 1 año y 6 meses) y Lydia (de apenas 3 años) Deciden que hasta que la mayor no reciba su Carta de Hogwarts, lo mejor para las crías sería criarse junto a un linaje no mágico, apartadas de aquello que las dejó huérfanas. Investigan el Árbol Genealógico de la familia, y descubren a un pariente bastante lejano que tiene una hija de la edad de las dos huérfanas, llamada Hermione. "Hermione se despertó a las 4 de la mañana. No porque se hubiera desvelado. No porque hubiera tenido una pesadilla. No porque hubiera soñado con escenas subidas de tono con un tal Slytherin albino (bueno, eso tal vez). Sino porque la guarra de su prima Alexys la despertó al grito de: -¡Arriba todo el mundo! ¡Tenemos un problema capilar que solucionar! -¡Eres una zorra! ¿Qué hora es?- Hermione miró el reloj. Marcaba las 3:57- ¿no estás exagerando? Solamente me vas a peinar. -Pero, ¿tú ves la cantidad de pelos que hay por cepillar? Ahí podríamos criar toda una manada de Centauros y no se conocerían entre ellos- dijo Alexys siseando".