Se supone que el amor es algo maravilloso, que a todos nos llega en su momento y que aceptamos con los brazos abiertos. Pero algunos otros aceptamos sin más remedio esta gran carga que conlleva sentimientos ajenos, celos absurdos, controles innecesarios...Y aunque en realidad pensemos que es algo aberrante y fastidioso, lo disfrutamos, a la misma vez que lo odiamos y deseamos de ser libres como solíamos serlo mucho antes, no tan antes.