Desde que Soraru se marchó, Mafumafu ha cambiado bastante. Volvió a ser su antiguo ser, el que a todos les causaba preocupación, aquel chico que se deprimía y no salía de su habitación.
Un día Amatsuki y Urata deciden regalarle hojas de dibujo para que se distraiga un poco, pero terminó peor... de aquellos papeles, Mafumafu comenzaba a escribir cartas, en ellas escribía sus pensamientos, sus sentimientos, todo lo que pasaba por su mente. Él le escribía a Soraru cartas que no sabría si las mandaría. Cartas a ningún destino.
" Para Soraru... "
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero