Maiky, un chico de unos 9 años, muy maduro, y también muy solo, vive a las afueras de Bristol, en una choza bastante pequeña, pero al joven Maiky no le importa, tiene suficiente con sus únicos amigos, los astros. Con los que empezó a hablar cuando su padre falleció.
Maiky no va al colegio, su madre, drogadicta, no tiene dinero para pagarla, ya que, como el anterior adjetivo dice, se lo gasta todo en drogas.
Hasta que un día, su suerte, cambia con la llegada de alguien muy especial para Maiky.