Su mano acaricio el castaño mechon rebelde que ocultaba parte de mi rostro, mientras que yo me mantenía tiesa entre la pared y el, Negan miro con detenimiento cada parte de mi rostro hasta chocar su mirada con la mía, supe que vio el miedo reflejado cuándo frunció el ceño entre confundido y preocupado -no tienes nada que temer, Helena-murmuró poniendo el mechón detrás de mi oreja-no temas de mi -por que?-pregunte con la voz temblante, entonces Negan se separó ligeramente de mi dejando salir un suspiró, casi parecia de dolor -por que...-trago en seco-porque te quiero