"Su cerebro tarda unos minutos en procesar una voz que no oye desde hace cinco años, cuando decidió que era el momento de renovar la sangre, de dejar que voces nuevas y frescas insuflaran vida en un proyecto que se juró desde el primer momento jamás dejaría que se estancase. Cinco años desde que dejó la política y volvió a poner un pie en un aula, el lugar al que siempre perteneció. Cinco años sin oír su voz. Cinco años apenas, pero parece toda una vida." Continuación (totalmente innecesaria) de Sístole. El reencuentro cinco años después.Wszelkie Prawa Zastrzeżone