Nat, una chica que por problemas que ocurren en su país, se tiene que mudar a Estados Unidos, donde un día conoce a un chico llamado Chris. Ella es una chica tímida cuando no conoce a las personas, pero también es muy simpática y agradable cuando se lo propone; sin embargo, es fría, no sabe cómo lidiar con sus sentimientos, es cerrada a las cosas nuevas, una chica que no cree en el amor y que lleva toda su vida huyendo de él, una chica bastante inestable que le puede sacar canas verdes a cualquiera. Pero todo hay que decirlo ella ha vivido muchas cosas en su vida, cosas que no se le desea a nadie. Chris, en cambio, es un chico por el que todas suspiran ¿y cómo no hacerlo? Está buenisimo, tiene muy buenos dotes en su físico, a pesar de que no es muy musculoso; es agradable, simpático, buena persona, divertido... ¿Algo malo de él? Es un gran mujeriego de primera, no lo piensa dos veces para acostarse con una chica, anda de pierna en pierna y así piensa que puede vivir toda su vida. Pero Chris vivió algo que lo transformó en esta persona. Chris cambia la forma de pensar de Nat acerca de regresar a su país y la ayuda a superar ciertas cosas de las cuales ella se siente incapaz de hacer. Ella cambia la forma de pensar de Chris en otros aspectos. Ambos se complementan, se enseñan lo que es amar de verdad y lo que es el amor en sí... Pero no todo es de color de rosas.