Sentados bajo este gran árbol, con la lluvia de fondo y con nosotros dos tiritando de frió, todo era perfecto.
Me miro con dulzura, tomo mi mano y luego volteo a la nada riendo, divertido por la situación.
Y sin advertencia y con emoción, comenzó a confesarme sus más profundos sueños, sus miedos, sus temores y las más descabelladas ideas sobre lo que nos deparara el futuro juntos. Dejando claro con este gesto, que por fin íbamos a dejar de lado nuestros errores.
Me emocione y lo dije.
-Te amo- pero él no me miro y siguió hablando, como si no me escuchara.
-¡Te amo!- grite, pero no podía escucharme, todo comenzó a tornarse obscuro y comencé a caer en esa obscuridad.
Desperté sudando y con el corazón a mil por hora.
Aun no era hora de levantarme porque Rosi no ha gritado mi nombre para que me ponga a trabajar.
Así que volví a acostarme.
Pero las mismas preguntas rondaban por mi cabeza, sin dejarme dormir.
¿Qué significa este sueño?
¿Quién era ese hombre?
¿Acaso él sabrá quien soy ?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...