Érase una vez, una niña bajita, con rasgos finos se encontraba con su abuelo compartiendo diversión. Clara, pues así se llamaba la niña; mantenía un lazo estrecho y bien unido a su abuelo, pues eran el uno para el otro.
Ambos se disponían a ganar en el famoso tablero de la oca, pero como siempre, su abuelo le llevaba ventaja.
Ella sabía que él no cumplía con las normas, ya que se le notaba sus trampas al final de las partidas y ¿como lo hacia? Era todo un misterio.
Los días pasaban, al igual que Clara y su abuelo se hacían mayores.
Justo llegó el día en el que el que la niña perdió la cordura, pues lamentablemente, le habían dicho una mala noticia.
A su abuelo; ese señor confiable, un poco cascarrabias, y con quien compartia momentos de felicidad y diversión, le habían detectado un cáncer, en la cual, era de Pulmón. Le dijieron q solo sobreviviría 9 meses pero duro 9 años. Cada vez q pasaba el tiempo, Clara disfrutaba más. La niña cada vez q veía a su abuelo cara de felicidad ella se ponía muy contenta.
Pasan los 9 años y la niña pregunta por su abuelo, la abuela no sabe q decirle.
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