Todo parece de color de rosas, hasta que algo empieza a torcerse, hasta que tú misma no te entiendes. Tengo 15 años, y la vida tendría que haberme enseñado a poner cara, pero en mi caso, me enseñó a ser débil, me enseñó a que no todo es color de rosas, no todo es cómo lo pintan en las películas americanas. A la fuerza lo he aprendido, todo nos lo pintan fácil, que nada cuesta, pero todo tiene sus puntos y apartes o sus puntos y coma, pero en mi caso, fue, un punto y final. No pude con esa presión, con la presión de todo el mundo, incluso yo, yo me presionaba a mí misma para ser algo que la gente quiere, a ser popular en las redes, y que la gente te reconozca por tu correspodiente apodo... Pero tienes que ser perfecta, que, llega a ser imposible. Os contaré mi historia...All Rights Reserved
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