No mirar debajo de la cama era el consejo que Tomas recordaba de su hermano mayor, pues debajo de ella, había monstruos, criaturas extrañas en busca de niños curiosos para saborear.
En la penumbra de la noche, un asesino acecha.
Gojo, un nombre que el viento susurra,
desconocido para Geto, el alma pura.
Dos destinos que el terror enlaza,
un amor oscuro que jamás descansa.
(perdón por andar como fantasma y no subir nada 😞 me disculpo mis lectores)