"Desde mi ventana no podía ver su rostro, pero imaginé una sonrisa en su cara y unos ojos grandes que brillaban en la oscuridad, esa imagen me hizo sonreír, y fue allí donde comenzó mi fascinación por el loco que gritaba en la oscuridad, por el chico que logró dibujar en mí una sonrisa, aquel que me transmite tranquilidad cuando llega la noche".