Era una cálida noche en la prefectura de Miyagi, cuando un tierno cachorrito escapó despavorido de un establecimiento. Su único crimen: amar desmesuradamente a su familia. Con sus cortitas patitas y su regordeta pancita rozando el pavimento, Oikawa corrió en una imprecisa dirección, provocando que los transeúntes impactaran de hombros contra el adolescente asistente de la tienda de mascotas. Su único crimen: dar en adopción a su mejor amigo gatuno... su familia. NO ESTÁ PERMITIDO NINGUNA ADAPTACIÓN, DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS EN SAFE CREATIVE.