Durante una época de nostalgia, un niño y una niña formaron el nacimiento de una bella amistad. Todo aparentaba estar bien hasta ese punto, una típica amistad de dos niños que jugaban a ser Rey y caballero, hasta que el tiempo pasó y los hizo crecer, despertándose cruelmente sobre la realidad. Como cualquier ser humano, los niños crecieron, y la vida les golpeó en la parte mas íntima y dolorosa que puede haber. No toda la vida son miel y almendras. El niño, un príncipe, perdió a su madre luego de sufrir una fuerte enfermedad, quedando sólo y dejando a un reino en crisis, mientras que la niña, una joven pelirroja y perteneciente a la aldea baja, tuvo que soportar la muerte de su familia, encerrándose dentro de una vieja armadura y defendiéndose con una espada oxidada. Un Rey, proveniente de tierras cercanas a su pueblo, los ayudó a superar esa crisis económica. Sin embargo, como cualquier favor o trabajo que se realiza con el fin de recibir algo a cambio, les exigió al pueblo un pago »justo« por sus servicios. Al no encontrar ese pago, ¡si que ese Rey se enojo! Y sumió al pueblo en un ambiente inhumano y esclavista, secuestrando también al príncipe, y encerrándolo en una torre custodiada por un monstruo. En los cuentos de »Hadas« siempre es rescatada la princesa por un noble y caballeroso príncipe. Pero esto no es un cuento de »Hadas«, ni tampoco un argumento típico. En este relato, será el príncipe salvado por una mujer caballero, una dama digna de ser nombrada como una obsidiana, una guerrera mujer de alto nivel. Están terminantemente prohibidas su copia y adaptación sin mi autorización. NO al PLAGIO, sean más originales genteTodos los derechos reservados
1 parte