Camino por las grandes rocas y la arena seca, bajo mis pies descalzos, siento el calor y el frió del planeta, mi vestido de Mercurio y mi cabello negro, vuelan libremente por el viento, estoy de vuelta de la atmósfera, con gotas de Júpiter en mi cabello, me muevo como la primavera, lloro como el invierno, sonrió como el otoño, estoy de vuelta de mis vacaciones hacia el infinito, puedo bailar como el verano, y cantar como la lluvia, puedo mover mis manos en sinfonía n° 35, poseo una luminosidad equivalente a 22.300 veces de la de mi amigo sol, puedo observar de cerca, el sol de media noche, puedo leer mis propios poemas a todo pulmón, escritos sobre la arena, a cualquier hora en medio de los planetas; y estoy aprendiendo a amar... brillo, como una constelación, porque eso... es lo que soy. Soy Adhara, un estrella.