Lo que parece ser una fiesta normal y corriente, de las que se organiza cada fin de semana en la mansión de la familia Moore, se convierte en una verdadera sangría cuando un pequeño grupo de adolescentes irrumpe en la propiedad y asesina a todos los invitados. A todos, menos a Rebecca Campbell, que se verá obligada a abandonar su Londres natal para poder seguir con vida. Pero hay una frase que no debe olvidar nunca: no confíes en nadie. ¿Lo conseguirá?