Debí suponer antes que ella formaba parte de lo irreal. Las señales estuvieron siempre allí, solo que estaba demasiado embelesado como para verlo. Para cuando me dí cuenta ya era demasiado tarde, porque no había forma alguna de remediarlo. Y lo más difícil de todo fue: tener que afrontar el hecho de que ella ya se había ido. Copyright © All Rights Reserved
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