No tengo idea cuando me empecé a fijar en ti, pero sé perfectamente que son tus ojos los que me hechizan, y sin embargo no hago absolutamente nada por evitar que sea así. Te sonreí tantas veces mientras veías a alguien más, te dediqué tantas canciones en mi mente e incluso susurré muchas de mis frases favoritas en tu oído, pero nunca te inmutaste.
Dediqué demasiado tiempo intentando conocerte, y a duras penas pude saber algo sobre ti.
Quise compartirte anécdotas, mis buenos y malos momentos, la música que me gusta, algunas sonrisas cómplices y ¿por qué no? unos cuantos secretos, pero no recibía la suficiente atención de tu parte.
No quería que creyeras que estaba obsesionada por ti, solamente creo que este sentimiento no puede marchitarse.
El amor que siento por ti es inmarcesible, Jonah.