- ¡No entiendo porque nos quieren hacer entrenar todo el día! ¡Es algo tonto! -vociferó Max tornándose rojo por su furia... o al menos algo morado. - ¡Nuestros padres solo quieren que estemos a salvo! ¡Ellos no podrán protegernos siempre! - ¡Es cumpa de mi padre y tú por ser simples mortales! -gritó Max.