"Al ver que era imposible frunció el ceño, lo único que podía hacer era esperar a que amainara un poco. Sacó su teléfono móvil con la idea de llamar a alguien, pero ¿a quién? Inconscientemente paró en un número de su lista de contacto, frunció los labios y sus ojos se cristalizaron. "Chanyeol" era el nombre de aquel contacto. Guardó pesadamente el aparato sin siquiera preocuparse en llamar para que lo vinieran a buscar, en su mente solo resonaba el nombre de cierto gigante."