Todos sabían que una fuerza superior les entregaba dones que estaban guardados en frascos de cristal a todas y en serio a todas y cada una de las personas de la tierra. La niña de esta historia no fue excluida de recibir esos dones. Ella era curiosa, amorosa y divertida, recibió los dones, los tenía y las personas a su alrededor también los tenían, ni ella ni ellos sabían bien para que servían y además, tenían muchas cosas mas importantes en que preocuparse...