"-Sentimos, y al igual que ustedes, a veces, los monstruos nos enamoramos".
-Donovan Petersen.
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Las sombras bajo la cama, y el sonido de la madera siendo marcada por garras bestiales, el lento movimiento de la puerta de la habitación, y la sorpresiva calma cuando entraban los padres, eran reales.
Astrid Hawkins, vivió atormentada por la sombra del "cuco" y de todos los fantasmas que imaginaba que vivían bajo su cama. Bueno "imaginaba" no es la palabra apropiada.
Donovan Petersen, viene de Counlanster, y al igual que todos los habitantes de allí, está encargado de elegir una niña, o niño y atormentarla en las noches, hasta el día en que esta tenga la madurez necesaria para superar sus miedos, y entender que (aunque sea mentira) los monstruos bajo su cama no son reales.
El problema se presenta, en que Donovan no es un monstruo normal, tiene forma humana, y puede ser visto por todos, hasta por las personas que ya no creen en bestias, pero puede recurrir a su forma escalofriante cuando debe encargarse de atormentar. Astrid es una chica cubierta por los miedos, y puede superar su temor a los monstruos recién al cumplir los diecinueve años. Al hacerlo, Donovan tiene que marcharse en busca de otro niño, pero en el intento, Astrid lo encuentra, y en toda esa revolución, Donovan termina descubriendo, que puede enamorarse de humanos, pero solamente quiere a Astrid.
Después de unos meses me volví a enamorar. Sofia y sus ojos verdes me hipnotizaron, me volví esclava de ella, de su forma de amar, de su bondad, de su sonrisa, de su forma de hacerme el amor. Aquella mujer de 36 años se robó mi corazón por completo.