Ha pasado un tiempo desde que Laila dejó de considerar importante todo lo relacionado al amor. No más sonrisas enamoradas, no más corazones flotando a su alrededor, no más brillo en sus ojos ni en los de las demás personas; tal y como si alguien hubiera tirado de un interrumptor en su cerebro, apagando así sus sentimientos y la urgente necesidad de sentir. Día a día solo se concentra en seguir al pie de la letra su rutina diaria, la cual planea meticulosamente cada fin de semana, aunque hay ocasiones en las que no desea seguirla, queriendo romper las defensas que en un principio construyó como consecuencia de aquel suceso que la quebró sin más. Javaid es un chico extrovertido y gracioso, va en la misma clase que Laila pero él no la había notado hasta ese día en el que chocaron miradas, se preguntó por qué nunca la había visto antes, notando al instante lo mucho que ella se esforzaba por pasar desapercibida, o eso supuso él al nunca verla hablar con nadie. Chocaron miradas cuando él sin querer cayó muy cerca de ella por una broma mal hecha, volteó a verlo solo por un segundo y luego regresó su mirada como si nada hubiera pasado. Parecía muy fría a simple vista, pero él comprendió que solo se sentía vacía después de apreciar sus ojos. No había luz en ellos. Un típico cliché. La chica con el alma rota y el chico bueno que tratará de sanarla. Todos los derechos reservados.All Rights Reserved