Era su primer día de clases y él no era muy interesante. Era de esos chicos que no socializaba mucho y que se metía en su propio mundo cuando leía libros. Pero un día la vio, era la chica más guapa de la clase y tenia una sonrisa preciosa, le gusto tanto que le aterrorizo que la chica lo llegase a rechazar si se lo decía, entonces decidió empezar a escribirle cartas todos los días y dejárselas en su escritorio; y así paso. Siempre le mandaba cartas diciéndole cuanto le gustaba, y como se moría por estar a su lado, le hablaba de su hermosa sonrisa y de como se daba cuenta de que tenia a más de uno detrás de ella. La chica todos los días se preguntaba: "¿Quién será, porque no se atreve a hablarme?". Sin embargo con el tiempo la chica se fue ilusionando con tan lindas palabras que él le escribía. Pero él no se atrevía a hablarle, y ella pensó que no debería estar esperando algo que jamás pasaría. Después de un tiempo, el chico se decidió a hablarle y le dijo: - Hola, jamás pensé que haría esto. Quiero que sepas que yo soy el que te mandaba las cartas todos los días, la primera vez que te vi, me enamore de ti. No me atrevía a hacer esto pero pienso que ya era el momento. Ella lo miro, con una cara de decepción, y le dijo: - Anteriormente esperaba este momento todos los días, jamás te hubiera ignorado pues llegaste a mi corazón, pero ahora ya no sé que pensar. Eres un chico muy lindo y tus sentimientos son hermosos, pero ya hay alguien más en mi vida. No sabes cuanto lo siento. Y el mundo de él, se derrumbo.