siempre que tengas una cámara delante de ti , sonríe, talves sea la última vez que lo hagas. Ahí estaba ella sentada en aquella banca, atada de brazos y pies, mientras yo buscaba entre mis cajones mi hermoso estuche rojo, donde guardaba mi mayor y único tesoro, mi cámara. Me posiciono delante de ella, roso el frio acero sobre su cuello y en instantes pequeños chorros de un líquido rojo manchan el piso. .......Sonríe hermosa