De nuevo... Perdido, ahogándome en mis propias lágrimas que caían como cascada sobre mis mejillas. -Seguro que ya la perdí.-Murmuré con dolor. Las lágrimas todavía cayendo por torrentes, el dolor del pecho se intensifico al pensar que la perdí, para siempre. Me dirigí hacia la playa, con mis pasos inseguros. Al llegar me senté en la arena a ver a las estrellas, tan brillantes, tan únicas. Algunas lágrimas salieron de mis ojos, queriendo desahogarme. Comencé a cerrar mis ojos y en pocos segundos morfeo me llevo a su reino. Y con solo un pensamiento en mente; No me rendiré.All Rights Reserved
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